jueves, 4 de marzo de 2010

EL RETRATO DE GIACOMETTI, James Lord

James Lord, Retrato de Giacometti. La balsa de la Medusa. Madrid ISBN:84-7774-620-6

James Lord, escritor de este libro y gran amigo de Giacometti, nos cuenta la experiencia que vivió junto al artista al posar para un retrato que en un principio se realizaría en una sola sesión, pero al que Giacometti necesitó dedicarle diecisiete sesiones diarias más, hasta finalizar el retrato “inacabado” de J. Lord.

El autor nos desvela, a partir de sus emociones y recuerdos, como se desarrollaron cada una de esas sesiones junto a Giacometti, porque iba apuntando pequeñas notas en una libreta sin que lo supiera Giacometti, ya que estaba seguro que si se sentía observado no actuaría con la misma naturalidad.

Cuenta del pintor y escultor sus vivencias y costumbres, además de sus obsesiones, inseguridades y miedos revelados por el artista durante su jornada de trabajo, como su obsesión por lograr algún día retratar la realidad con ese parecido que cree inalcanzable. A medida que avanza el libro, Lord explica como transcurrían esas sesiones, como Giacometti se centra en la cabeza del escritor dejando en un segundo plano el resto de la composición. También cuenta como el artista llega a desesperarse por la obra, amenazando en varias ocasiones con destruirla o empezar de nuevo. Se aprecia como el retrato alcanza su culmen para posteriormente, en minutos, volver a diluirse. Finalmente, tras el decimoctavo estado del cuadro, Lord decide finalizarlo porque tiene que marcharse de viaje y no quiere retrasarse mas, y porque sabe que si no pone una fecha, podrían seguir así años. Dando por acabado un retrato que muchos pensaran que "es ínfimo comparado con la persona real" mas Giacometti es el primero que sabía que un retrato tan sólo puede conseguir cierto parecido con la realidad. Quedan en volver a ver y "terminarlo" algún día.

Giacometti guarda parecido con Cezanne porque raja sus lienzos y los deja sin terminar. Podemos describirlo como un artista existencial porque desea representar todo lo que ve, hacer tangible una sensación intangible, aunque sabe que eso es imposible, y que un ratrato solo puede conseguir cierto parecido con la realidad.

Siempre representa cabezas o bustos, ya sean en pintura a modo de retrato o en escultura, muchos de ellos de su hermano Diego. Con ello descubre que por mas que quieras hacer algo diferente, siempre guardara un parecido o una misma forma con otras creaciones.

Giacometti es un artista que siempre trabajaba con luz natural y nunca acababa sus cuadros; nunca confía en sus logros pasados, es demasiado inseguro y no confía en sí mismo como artista, es excesivamente humilde y sencillo, desesperado, pensativo, melancólico. Y creo que todo eso es lo que hace de el un ARTISTA diferente a todos los demás. Pienso que en el arte, el ego está por las nubes, y Giacometti muestra una visión distinta a esto, y el ser humilde y sencillo hace que nunca vea su trabajo del todo bien y eso le obligue a perfeccionarlo cada vez mas. Esto puede ser una virtud para el arte siempre y cuando no se lleve a tales extremos.

Me ha gustado bastante el libro porque ha sido facil de leer, y porque me ha enseñado bastante, sobre todo me he dado cuenta que no solo hay artistas que se creen dioses, sino que seguramente existan artistas tan particulares como Giacometti.
Me he sentido muy identificada con el, con esa sensación costante de querer romper la obra y todas las que tiene, de dejar de pintar para siempre, y de sentir que no sabe y que es un negado y su cuadro es una mierda.
A pesar de tener esa actitud durante casi todo el libro, no ha sido monotono ni aburrido sino todo lo contrario.

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